La deshidratación y sus consecuencias para la salud
La deshidratación y sus consecuencias para la salud

A menudo pensamos que este tipo de afecciones se dan sólo en países en vías de desarrollo. Por desgracia, en nuestra sociedad es más habitual de lo que podríamos pensar en un principio.
La deshidratación es un trastorno corporal que se da cuando nuestro cuerpo dispone de una cantidad insuficiente de agua para llevar a cabo su correcto funcionamiento.
El cuerpo está compuesto en su mayoría por agua. Se estima que dicha composición se encuentra en unos valores del 70% en el caso de niños y un 60% en el caso de adultos.

Todas las reacciones metabólicas del organismo se dan en un medio acuoso. Por lo que es muy importante llevar una buena hidratación.

¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación?

Aunque existen determinados signos y síntomas para poder identificar la deshidratación a menudo no es un buen indicativo temprano y confiable de la necesidad de agua del organismo. Muchas personas no sienten la necesidad de beber agua, no tienen sed de manera consciente.

En estos casos es muy importante aumentar la ingesta de agua cuando hace calor o realizando algún tipo de actividad deportiva o que requiera un mayor esfuerzo.

Vamos a descubriros algunas pistas para identificar en niños o en adultos los signos y síntomas de la deshidratación, que además, varían según la edad:

Síntomas de deshidratación en lactantes o niños pequeños

  • Boca y lengua secas.
  • Llanto sin lágrimas.
  • No mojar los pañales durante tres horas.
  • Ojos y mejillas hundidos.
  • Zona blanda en la parte superior de la cabeza (fontanela) hundida.
  • Irritabilidad.

Síntomas de la deshidratación en adultos

  • Sed excesiva y notar la boca seca.
  • Micción menos frecuente de lo habitual.
  • Orina de color oscuro.
  • Fatiga muscular sin un esfuerzo previo que lo justifique.
  • Mareos sin motivo aparente.
  • Confusión o desorientación.

La orina como indicador para saber si estamos deshidratados

La orina es uno de los mecanismos por el cual nuestro cuerpo desecha todas aquellas sustancias que el cuerpo no necesita. Podemos ver los riñones como bombas que van depurando nuestro organismo de manera constante.

La cantidad y color de la orina puede ayudarnos a saber si estamos o no bebiendo suficiente líquido. Debemos observar los siguientes tres puntos:

  • Llevamos mucho tiempo sin ir al baño.
  • El color de la orina es intenso.
  • La cantidad de orina es muy pequeña.

Aunque existen numerosos factores que pueden alterar el color de la orina, si se dan las tres situaciones mencionadas, lo más probable es que estemos deshidratados.

Causas más habituales que provocan deshidratación

En una sociedad como en la que vivimos las causas más habituales de casos de deshidratación en jóvenes y adultos no se dan por falta de recursos, o por no encontrar fuentes de agua potable cerca. Se dan por el tipo de vida al cual estamos habituados.

Trabajos de tipo sedentario

Cada vez son más comunes los puestos de trabajo de tipo sedentario, en oficinas, cajas, mostradores o lugares de trabajo cuyo movimiento suele ser limitado a un par de metros, como por ejemplo, vendedores en tiendas de grandes superficies. Estos lugares de trabajo a menudo están bien aclimatados, con aire acondicionado que mantienen una temperatura agradable de trabajo en torno a los 21ºC. Estas condiciones a menudo disminuyen la sensación de sed, se nos olvida beber, literalmente.

Ejercicios físicos mal orientados

Otra de las causas más comunes de deshidratación en jóvenes y adultos es el ejercicio físico mal orientado. Por regla general, cada persona pierde por la piel y la respiración en torno al medio litro de agua. Cuando nos sometemos a un ejercicio físico intenso como correr, montar en bicicleta o ir al gimnasio nuestro cuerpo puede llegar a perder fácilmente hasta litro y medio de agua.

Hacer ejercicio no debería ser motivo para estar deshidratados. Se debe realizar una hidratación antes, durante y después de cada sesión de ejercicio que realicemos. La realidad, esto a menudo no se hace y una de las principales razones es que no hacemos ejercicio para fortalecer nuestra musculatura sino para perder kilos.

¿Cuántos de los que estáis leyendo esto os pesáis antes y después de hacer ejercicio?, Seguramente la gran mayoría de vosotros lo hacéis, es una práctica común que se da cuando se realiza ejercicio para perder peso. Te pesas antes de salir a correr y lo que ves en la báscula no te gusta. Sales a correr o a andar, entre media hora y una hora aproximadamente. Al llegar, vuelves a la báscula y ¡milagro, has perdido entre 500 y 800 gramos! te sientes super bien porque te has quitado peso de encima. -Piensas, ahora a mantenerlo, procuras no beber mucho y comer lo justo. A lo largo del día te duele un poco la cabeza y te tomas un ibuprofeno (porque eso lo quita todo, ¿verdad?). Al día siguiente te sientes algo cansado, pero se lo atribuyes al ejercicio del día anterior, es normal estar cansado después de un buen ejercicio… pues te equivocas.

Ni el dolor de cabeza del día anterior es normal ni el cansancio del día siguiente tampoco. ESTABAS DESHIDRATADO Y PODÍAS HABERLO EVITADO CON UN BUEN VASO DE AGUA.

Qué personas son más sensible o están en riesgo de deshidratación

Existen grupos de personas con un mayor riesgo de padecer deshidratación debido a su situación particular:

  • Adultos mayores. Por lo general cuando se envejece se suele perder la sensación de sed y se tiende a beber menor cantidad de líquidos. En este grupo de personas hay que hacer especial esfuerzo por tomar agua o líquidos para evitar situaciones de deshidratación severas.
  • Personas con algún tipo de enfermedad crónica como diabetes, fibrosis quística o diversos problemas renales que causan orinar con más frecuencia o tener una mayor sudoración. generalmente asociado a medicamentos de tipo diurético o que aumentan la sudoración.
  • Bebés y niños pequeños con cuadros clínicos de diarreas o vómitos. Es muy importante estar atentos y suministrar líquidos para evitar graves situaciones de deshidratación en este grupo de personas dependientes de adultos.
  • Personas que hacen ejercicio o trabajan al aire libre cuando hace calor. Es muy importante llevar siempre o disponer de agua cerca.

Formas de tratar la deshidratación dependiendo de su origen

La clave para tratar y prevenir la deshidratación es bien sencilla, tomar suficientes líquidos para estar bien hidratados durante todo el día. No obstante, existen algunas consideraciones a tener en cuenta dependiendo del origen que cause nuestro estado de deshidratación y que enumeraremos a continuación.

1- Trabajos de oficina cuya concentración hace que se nos olvide beber

Como hemos indicado anteriormente, la gran mayoría de las personas de nuestra sociedad actual, no solemos beber agua o simplemente se nos olvida hacerlo. Para recordarnos beber agua podemos recurrir a aplicaciones que nos avisarán de cuando beber agua, os dejamos algunos ejemplos de apps:

app para beber agua y llevar un control
Apps que nos ayudan a recordarnos beber agua

A modo de alarma nos avisarán de que llevamos tiempo sin beber agua. Podemos aprovechar incluso dicho momento para levantarnos de nuestro puesto de trabajo y estirar las piernas, dar unos pasos por la habitación o incluso aprovechar para ir al baño.

2- Ejercicio físico con gran pérdida de agua

Cuando realizamos ejercicios de alta o incluso baja intensidad solemos sudar bastante, y eso es bueno. Nos indica que gozamos de una buena hidratación pero, ¿qué ocurre tras el ejercicio?

Tras realizar ejercicio nuestro cuerpo se encuentra ante una situación de deshidratación, sobre todo si no hemos estado ingiriendo líquido durante el entrenamiento. Con el sudor, además de agua, nuestro organismo ha perdido sales y electrolitos que tendremos que reponer. ¡OJO a esto!, electrolitos.

Principales electrolitos perdidos por la deshidratación
Principales electrolitos: Sodio, Magnesio, Calcio, Potásio

Tan importante es que repongamos el agua como los electrolitos perdidos durante el ejercicio. En este caso, opta por algo de fruta como puede ser una naranja, plátano, pera, sandía o la fruta que más te guste y combínala con un buen vaso de agua. Podrías optar también por un zumo de fruta pero como sabrás del post en el que hablábamos por qué la fruta es más saludable que el zumo, tomar la fruta entera tendrá unos mejores beneficios nutricionales.

Evita las bebidas isotónicas que, por lo general, irán cargadas además de azúcar. Nos ayudarán a reponer los electrolitos perdidos pero aumentarán en exceso nuestro índice glucémico. Si vamos a tomar azúcar mejor que provenga de la fruta y verdura.

3- Casos de deshidratación debidos a enfermedad, vómitos o diarreas.

Este tipo de deshidrataciones es conveniente tratarlas cuanto antes con un especialista. Evitaremos tomar grandes cantidades de agua de golpe e iremos hidratándonos poco a poco.

Evita los jugos de fruta puros y los refrescos ya que pueden empeorar la diarrea.

Mientras acudimos al médico o especialista, y si no disponemos en casa de suero hiposódico, podremos preparar de forma casera la siguiente solución compuesta por:

  • 1 litro de agua mineral.
  • 4 cucharadas soperas de azúcar.
  • 1 taza de zumo de limón.
  • 3/4 de cucharadita de sal de mesa.
  • 1 cucharada de bicarbonato sódico.

Tomaremos pequeños sorbos a demanda mientras nos dirigimos al médico o especialista para tratar nuestra afección. Ante algún tipo de enfermedad siempre es imperativo acudir a nuestro centro de salud para tratar lo antes posible.

Conclusiónes nutricionales

Como siempre en nutrición, existen diferentes situaciones, causas y efectos de un mismo trastorno.

  • Para dar la mejor solución posible a nuestro problema necesitamos saber la causa.
  • Utiliza el sentido común y opta por solicitar ayuda en caso de no encontrar tu mismo la causa de tu caso particular, recuerda que siempre puedes apoyarte en nuestros nutricionistas a través de nuestro formulario de contacto.

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