Antonio Beltrán

Cuando llegó a Nutrifácil, no podía ni abrocharse los cordones. Dormía mal, sufría de ansiedad por la comida y hasta las lumbares le dolían. Pero todo cambió: perdió 40 kilos en menos de un año, bajando de 140 a 97, y redujo su grasa corporal en un 9%. Más allá de los números, recuperó su energía, su descanso, su autoestima… y hasta la ansiedad desapareció. Sin suplementos, sin promesas mágicas: solo con un plan personalizado, realista y un acompañamiento cercano que le enseñó a cuidarse de verdad. Hoy hace deporte, se siente mejor que nunca y afirma sin dudar: “¡Soy otra persona!”.