A menudo solemos escuchar o leer que los helados son malos para la salud porque engordan, porque tienen mucha grasa o azúcares. En este artículo haremos una valoración nutricional del helado y daremos respuesta a muchas de las preguntas que solemos encontrar al respecto.
Tipos de helados que existen atendiendo a su composición
Si queremos saber qué tipo de helado nos conviene más, nutricionalmente hablando, debemos antes conocer la clasificación de los helados. Algo que está bastante bien regulado y que se recoge en el BOE (Real Decreto 618/1998, de 17 de abril, ver aquí).
Según este documento tenemos 6 tipos de helados que nosotros hemos resumido a continuación. A lo largo de este post analizaremos cuáles son los más saludables. No obstante, con todo lo que ya has aprendido de nutrición con nosotros te animamos a que llegues a una conclusión tú mismo antes de llegar al final.
-Helado crema.
Contiene en masa como mínimo un 8 por 100 de materia grasa exclusivamente de origen lácteo y como mínimo un 2,5 por 100 de proteínas exclusivamente de origen lácteo.
-Helado de leche.
Contiene en masa como mínimo un 2,5 por 100 de materia grasa exclusivamente de origen lácteo y como mínimo un 6 por 100 de extracto seco magro lácteo.
-Helado de leche desnatada.
Contiene en masa como máximo un 0,30 por 100 de materia grasa exclusivamente de origen lácteo y como mínimo un 6 por 100 de extracto seco magro.
-Helado.
Contiene en masa como mínimo un 5 por 100 de materia grasa alimenticia y en el que las proteinas serán exclusivamente de origen lácteo.
-Helado de agua.
Esta denominación está reservada un producto que, conforme a la definición general, contiene en masa como mínimo un 12 por 100 de extracto seco total.
-Sorbete.
Contiene en masa como mínimo un 15 por 100 de frutas y como mínimo un 20 por 100 de extracto seco totaL.
Los dos últimos, puesto que en general son una combinación de agua, azúcar o edulcorante y fruta (en el caso del sorbete) intentaremos evitarlos a toda costa. Si os fijáis ¡SON BEBIDAS AZUCARADAS ENMASCARADAS!
Lo que harán este tipo de helados será aumentar nuestro índice glucémico y echar por tierra todo el trabajo y esfuerzo que hemos estado realizando en todo este tiempo.
Si hemos eliminado de nuestra dieta las bebidas azucaradas evitemos este tipo de alimentos también, no aportarán nada bueno a nuestra salud.
Análisis nutricional del helado y helado de leche desnatada
Suena bien verdad, lo desnatado es bueno, al menos tendemos a asociarlo con algo bueno, saludable. Ya deberíamos saber que las calorías no son lo más importante, y de hecho pueden llevarnos a cometer grandes errores en nuestra alimentación. Es preferible fijarse de dónde provienen esas calorías.
Pues bien, todos sabemos que los helados llevan grasa, de ahí su cremosidad, ¿pero qué ocurre con este tipo de helados?, la grasa no la aporta la leche… proviene de otras fuentes.
Por lo general se utilizan grasas o aceites de palma y coco entre otros, harinas, espesantes y una serie de aditivos para dar cremosidad al helado. Y claro, como no tienen las mismas propiedades que la grasa de la leche necesitan además de estabilizantes y emulsionantes para evitar que el helado se “contraiga” o “desinfle” durante su almacenamiento y que tenga una buena textura y cremosidad.
Entre los estabilizantes más utilizados están: la goma guar, la goma xantana, la goma gellan, la goma de garrofín, el carragenato y la metilcelulosa. (no suenan a nada nutricionalmente sano verdad)
Si hablamos de emulsionantes nos encontramos con: la albúmina, la lecitina de soja, la glicerina o el polisorbato 80, un compuesto sintético, muy eficaz como emulsionante. Este último por desgracia es de los más utilizados en la industria heladera.
Lo mejor para el final, helado crema y helado de leche
En la composición encontramos la respuesta. Estos dos últimos tipos de helados que hemos dejado para el final están compuestos principalmente por leche y nata o también llamada crema.
La leche presenta proteínas y grasas con un alto valor biológico tal y como se ha demostrado en numerosos estudios. En un artículo de nutrición hospitalaria sobre la importancia nutricional y metabólica de la leche se indica:
«Los beneficios de la leche de vaca no se limitan exclusivamente a su valor nutricional… constituyen un factor de prevención en determinadas patologías afluentes como son la enfermedad cardiovascular, algunos tipos de cáncer, la hipertensión arterial o en patología ósea o dental. Puede contribuir también en la lucha frente al sobrepeso y la obesidad infantil.»
Documento de Consenso: importancia nutricional y metabólica de la leche.
Los ingredientes de los cuales están elaborados los alimentos influye significativamente en la salud. Cuanto mejor sea la calidad o procedencia de dichos alimentos y menos procesado tenga mejor. Por regla general, siempre van a ser más sanos aquellos alimentos que tengan una menor lista de aditivos entre sus ingredientes.
La base nutricional del helado es buena, pero tiene sus matices.
Los helados debido a su composición de origen lácteo contienen proteína y grasas con alto valor biológico (Sobre todo los clasificados como helado crema y helado leche). Eso si, a menudo este tipo de alimentos los encontramos en supermercados en sus formas más comerciales e industriales, con aditivos y compuestos que a priori no aportan nada nutricionalmente favorable. Debemos mirar siempre la etiqueta y saber elegir.
El helado comercial no deja de ser un producto ultraprocesado.
Los helados que podemos encontrar en supermercados y grandes superficies contienen un sin fin de aditivos para compensar la falta de buenos ingredientes en su composición y abaratar los costes de su producción industrial. Algunos incluso llevan harinas, gelificantes y espesantes para que su textura sea cremosa, como ya hemos visto en este post.
El azúcar en los helados industriales supera las recomendaciones diarias de la OMS
Si hay un componente que destaca por encima del resto en los helados industriales ese es el azúcar. Casi todos los tipos de helados comerciales contienen cantidades exageradas de azúcares libres, suele estar en torno a 20-25 gramos de azúcar por cada 100 gramos de helado. Con un solo helado al día se supera la cantidad diaria recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para mantener un buen estado de salud.
¡Incluso las bebidas azucaradas contienen menos azúcar que los helados!, es una locura.
Heladerías artesanales, productos elaborados con ingredientes de calidad
Por suerte la industria del helado está muy bien regulada y establece las calidades con las que se tienen que preparar los helados de manera artesanal. Deben prepararse con ingredientes de la mejor calidad, sin aditivos ni conservantes. De hecho la ley establece que los helados preparados en el día no deben servirse al día siguiente, deben prepararse a diario.
Además suelen priorizar los ingredientes más frescos garantizando resultados perfectos mucho más naturales sin recurrir a aromas o extractos.
Entonces, ¿Qué podemos hacer para disfrutar del helado en verano?
Pues a esta pregunta es fácil responder. Disfruta de un buen helado de manera puntual pero hazlo de la mejor forma posible. Ve a una buena heladería que preparen los helados de manera artesanal con productos de primera, sin aditivos ni conservantes. Nada de procesados y marcas comerciales, eso déjalo para aquellos que no cuidan su alimentación. (incluso si te animas puedes hacer el helado en casa, como el que hicimos en esta receta del FacilAdo)
Disfruta de ese helado en compañía, con los amigos. Haz de ello un ritual. El helado tiene un efecto nutricional como ya hemos visto pero también emocional. Y en nutrición no debemos olvidar este aspecto, estar contentos, alegres, eufóricos tiene un efecto positivo en nuestra salud.
Seguro que en tu ciudad conoces muchas heladerías artesanales con helados elaborados a diario. Hechos con ingredientes de gran calidad. Búscalos, encuentra el lugar perfecto para tomar ese helado con tus amigos o tus seres más queridos. Disfruta de ese momento puntual.
El recuerdo que te quedará de ese helado artesano compartido con los amigos también es nutrición.